Durante 2010, México, como muchos otros mercados emergentes y desarrollados, se embarcó
en el camino de vuelta a una recuperación económica más estable y sostenida desde la
recesión provocada por la crisis financiera mundial en 2008 y 2009. Durante el año, México
creció a un ritmo más acelerado que el logrado desde hacia una década, derivado tanto por
factores internos como externos.
La mejoría en la economía de Estados Unidos ayudó a México a lograr una fuerte recuperación económica ya que la economía del país estaba bien posicionada para beneficiarse a través del comercio a raíz del mejoramiento económico en los Estados Unidos. Como reflejo, durante 2010, la participación de mercado de México en el total de las importaciones de estados unidos se incrementó a 12.1 por ciento durante 2010 de 11.4 por ciento durante 2009. La recuperación de Estados Unidos tuvo un efecto dómino en el sector de exportaciones en México, que durante el año se elevó a un nivel record, por un total de
$298,400 millones de dólares (crecimiento del 30 por ciento año con año), derivado de un incremento del 40 por ciento en las exportaciones petroleras y un incremento del 29 por ciento en los sectores no petroleros. Las exportaciones mexicanas se vieron favorecidas especialmente en el sector manufacturero, las cuales representaron el 77.6 por ciento del total de las exportaciones.
Adicionalmente, el déficit de la cuenta corriente de México se redujo por más del 30 por ciento en 2010, en comparación con 2009; además el peso mexicano se apreció más del 10 por ciento desde la recesión. Cabe señalar que entre las economías emergentes que exportan a los EE.UU. (México, China, países de la ASEAN, y región Latinoamericana), México es la única economía cuyo índice de precio de exportación se redujo en comparación con el año anterior, por lo tanto, los productos manufacturados de México, en comparación con otros exportadores, fueron más competitivos que antes. Esta ventaja con respecto a otras economías emergentes podría atraer más inversiones a México durante el 2011.
Durante 2010, las remesas (contribuciones enviadas por Mexicanos residentes en el extranjero a sus familias en México), que representan el 3 por ciento del PIB total de México, mostraron su nivel más bajo de los últimos 5 años. esta reducción es principalmente atribuible a factores en Estados Unidos incluida la recuperación de empleos y el desempeño de la industria de la construcción, los cuales impactan el nivel de remesas para el país. Durante 2010 la tasa de desempleo de la fuerza laboral latina en estados unidos fue de 12.5 por ciento comparado con 12.1 por ciento en 2009. Estos resultados son significativamente mayores que la tasa de desempleo de Estados Unidos de 9.4 porciento en 2010 y 9.3 por ciento durante 2009. Como consecuencia, y a pesar de un ligero aumento en la tasa de desempleo de la construcción en Estados Unidos, los ingresos totales por remesas en el año aumentaron a $21,200 millones de dólares, aumento del 0.1 por ciento sobre 2009. Para 2011, se espera se materialice una recuperación potencial. Al primer trimestre de 2011, y por sexto mes consecutivo, las remesas registraron un crecimiento de 5.8 porciento. Es importante señalar que las remesas no son un factor importante para el desarrollo de la industria de la vivienda ya que estas son principalmente utilizadas para propósitos de consumo y no son reconocidas como un ingreso formal para las entidades dedicadas al financiamiento de vivienda como INFONAVIT y FOVISSSTE o los bancos comerciales.
El sector doméstico de México mostró importantes signos de una fuerte recuperación, soportada por un mejoramiento en la tasa de desempleo la cual disminuyó en diciembre de 2010 a 4.94 porciento para un promedio anual de 5.41 porciento, donde 730,348 empleos formales (registrados en el instituto de seguridad social de México) se recuperaron a partir de 2009. La recuperación general en el mercado de empleo formal llevó al índice de confianza del consumidor de Mexico a crecer más de lo esperado en diciembre, teniendo una de las lecturas más altas de los últimos tres meses, en 91.2 puntos base comparado con 80.1 puntos base en diciembre de 2009.
El crecimiento del empleo, confianza del consumidor y una tendencia de consumo más dinámica provocaron un incremento en la productividad para finales del año y se reflejó en el indicador Global de la actividad económica en México (IGAE) el cual registro una mejora de 5.5 por ciento en el año comparado con 2009. adicionalmente, la actividad industrial creció 6.0 por ciento como resultado de un desempeño positivo de tres de sus cuatro componentes.
El sector manufacturero presentó una mejora con un crecimiento de 10.0 porciento seguido por un incremento en la producción de electricidad, agua y suministro de gas y la minería de
2.5 por ciento y 2.4 por ciento respectivamente.
Asi como un crecimiento sostenido y una estabilidad financiera son importantes, un tipo de cambio estable y la inflación son indicadores importantes para evaluar la salud económica de un país.
Aunque la mayoría de las economías emergentes en todo el mundo están luchando para contener la inflación, hay algunas excepciones y una de estas excepciones es México. La tasa de inflación en diciembre para México fue de 4.4 porciento, y durante el cuarto trimestre, el nivel de inflación en México aumentó a 4.2 por ciento de 3.7 por ciento durante el 3t10, nivel que todavía estaba por debajo de la tasa de inflación promedio de largo plazo de 5.1 por ciento desde el año 2000. Por otra parte, durante 2010, el tipo de cambio peso – dólar se mantuvo por debajo de los $12.50 pesos por 1 dólar, registrando una paridad en el tipo de cambio a finales de año de $12.38 pesos por 1 dólar a diciembre de 2010.
En definitiva, y como reflejo de los factores discutidos anteriormente, durante el cuarto tri- mestre, el PIB de México creció 4.6 por ciento, resultando en una tasa de crecimiento anual de 5.4 por ciento comparado con una caída de 6.5 por ciento durante 2009, debido a la recesión mundial.